Ha sido todo un éxito. Con la ayuda de la coordinadora pastoral del centro educativo diocesano Sant Antoni Abat de Palma , Pilar Ruano y de todos los alumnos voluntarios que ella moviliza, y gracias a todo el Club y a la primera Presidente que inició el Proyecto Mª Carmen del Valle y que no ha dudado en venir y dirigir unas palabras a los voluntarios. Gracias Mari Carmen. Por supuesto gracias a Marta Mayordomo que parecía una voluntaria mas y como no a Catalina Font que como exprofesora de Sant Antoni conocía la calidad humana de todos ellos. Y Pau Pomar Rotario que durante todo el año ha coordinado y vigilado el proyecto.
Preciosa y emocionante fiesta, se veía el entusiasmo de ésta juventud que tan feliz han contribuido con sus visitas a los abuelos de Borenco. GRACIAS a todos estos muchachos y muchachas por su labor en éste curso. Muchos que terminan segundo de bachillerato quieren seguir viniendo.
Han pasado diez meses desde el primer abrazo y el último entre los jóvenes voluntarios y las personas mayores de la residencia Borenco. Para despedir el curso, el Rotary hizo entrega de las distinciones a los alumnos que han colaborado durante todo este curso lectivo.
Por la tarde, la residencia se convirtió en una sala de celebración. Allí se reunieron los protagonistas –voluntarios y la tercera edad– con trabajadores de la residencia, padres y madres de los jóvenes y parte del Rotary. «Estoy muy orgullosa de lo que han hecho con nosotros, nos han dado alegría. Sin conocerlos, les hemos cogido cariño», confesaba Mari Carmen Piñar, una usuaria de la residencia que ayer quiso estar presente en esta celebración con «mis chicos».
Uno de los objetivos que tiene esta iniciativa solidaria es que «nuestros estudiantes generen cierto compromiso con ellos mismos, que hagan algo sin recibir nada –material– a cambio, sino más bien cariño y amor», destacó la coordinadora pastoral del centro educativo, Pilar Ruano, quien acompañó a sus alumnos a este emotivo fin de voluntariado.
A ojos del Rotary Club de Mallorca, los jóvenes han aprendido a «entender, respetar y comprender» a los mayores. Y sobre todo, a romper prejuicios. Los alumnos, vestidos con camisetas del Rotary Club Mallorca, finalizaron el pasado viernes su voluntariado, pero ayer tuvo lugar la entrega de distinciones y se volvieron a reencontrar. Terminamos la tarde con una merienda conjunta.
Ultima Hora 17 de Junio 2023